Hace unos meses (Abril 2015)
la OCDE publicó un artículo sobre los determinantes de la felicidad de los mexicanos. La creciente literatura sobre este tema, muestra que los mexicanos tienen en promedio
niveles de satisfacción por encima de lo que sería predecible, dadas las medidas
objetivas del bienestar.
Esta paradoja cuestiona si
los determinantes del bienestar subjetivo en México son diferentes en
comparación a los determinantes en otros países. El documento intenta responder
esta pregunta usando información del World Gallup Poll y del Instituto Nacional
de Estadísticas y Geografía (INEGI).
Los resultados, sin embargo, muestran
que los determinantes de la satisfacción de vida son muy similares. En
particular, como en otros países, en México el ingreso la educación, la salud
y el estatus laboral están significativamente asociadas con la satisfacción de
vida. Estos descubrimientos sugieren que el mayor nivel de satisfacción con la
vida en promedio de los mexicanos esta probablemente relacionado con
características no observables.
Por ejemplo en el Capítulo 2, Betya señala que para entender los niveles relativamente tan altos de felicidad en la región es necesario considerar la calidad de los lazos familiares y sugiere que los valores relacionales (relational values) pueden explicar la singularidad de la felicidad alta en los contextos de ingreso medio. Por su parte, Yamamoto (capítulo 3) muestra el papel que tienen la cultura y las tradiciones para entender la felicidad de los latinoamericanos más allá de la modernización, la riqueza y el individualismo. Rojas en el capítulo 4 muestra que algunos países de la región pueden estar en un error al asumir que el incremento del ingreso es suficiente para incrementar el bienestar. Esta creencia ha motivado a algunos gobiernos a implementar políticas públicas equivocadas que han reducido la felicidad de la población.