¿Cómo se
pueden aplicar los objetivos de Paz y Construcción del Estado del New Deal a
los países de ingreso medio de América Latina?
Muchos de ustedes ya deben haber escuchado sobre el New Deal para el Compromiso en Estados Frágiles. El
New Deal es un acuerdo entre los 19 estados frágiles y en conflicto dentro del
grupo del g7+, socios
involucrados en el desarrollo y organizaciones internacionales del International Network on Conflict and Fragility (INCAF) y la
sociedad civil (representada por el Civil
Society Platform for Paecebuilding and Statebuilding - CSPPS). Su
gol es cambiar políticas y prácticas en estados frágiles y en conflicto. Este
cambio es considerado esencial para ayudar estos países transitar de conflicto
y fragilidad hacia estabilidad y consolidación de la paz y del estado. Establece
cinco Objetivos de Consolidación de la Paz y del Estado (OPE) para avanzar
progreso hacía los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) y guiar iniciativas
y recursos nacionales e internacionales. Estos incluyen
§ Legitimidad
política – Fomentar unas bases políticas incluyentes y la
resolución de conflictos
§ Seguridad -
Establecer y reforzar la seguridad de las personas
§ Justicia
- Combatir las injusticias e incrementar el acceso de las personas a
la Justicia
§ Fundamentos
económicos - Generar empleo y mejorar los medios de vida
§ Ingresos
y servicios - Gestionar los ingresos y crear las capacidades
necesarias para una prestación de servicios transparente y equitativa
Además, el New Deal propone otorgar nuevas formas de compromiso para
apoyar vías de salida de la fragilidad dirigidas y asumidas por los países
mismos. Busca alimentar la confianza mutua facilitando ayuda, gestionando los
recursos más eficazmente y orientando dichos recursos a resultados.
¿Pero cómo puede ser
aplicado al contexto de América Latina? ¿Qué relevancia tiene para la
región?
Para responder a esas preguntas es útil tomar
en cuenta los desafíos que actualmente enfrenta América Latina. La ha mostrado un
crecimiento económico muy alto por los últimos años. Desde 2011 más Latinos son parte de la clase
media que los que viven en pobreza. Las tasas de empleo han aumentado y el
ingreso real promedio ha crecido más que el 25% desde el nuevo milenio (World
Bank 2013). Sin embargo, crecimiento económico y desarrollo no ha llegado a
todos los países de la misma manera. El nivel de vida por ejemplo todavía varía
mucho entre y dentro de los países, representando una preocupación central para
la región. Las tasas de pobreza siguen altas con alrededor de 80 millones de
personas todavía viviendo en pobreza (World
Bank 2013). Así, unos de los desafíos más grandes de América Latina es el
combate a la desigualdad.
¿Entonces,
como pueden el New Deal y los OPEs ayudar
a los países de ingreso medio de América Latina para abordar sus
desafíos más grandes?
Como se mencionó en párrafos anteriores, el
New Deal proporciona un marco para activar cambios y para definir prioridades
de desarrollo. El New Deal puede transportar cambios positivos a relaciones de
trabajo y pone a los países en el liderazgo para llevar adelante este cambio. A
través de conducir una evaluación de la fragilidad y sus causas y características
se diseña, bajo el liderazgo de
los países, un plan para abordar los desafíos revelados y crear un pacto que
define los pasos que deben ser tomados. Los OPEs subrayan estas prioridades y
ayudan a medir su progreso por un período definido.
Todo esto es importante para enfrentar los
desafíos que pertenezcan para los países de América Latina. Por ejemplo, una
evaluación de la fragilidad puede identificar qué está motivando la violencia
urbana en un contexto particular. Un resultado puede ser que el desempleo, bajo
acceso a movilidad social y una falta de educación dentro de partes de la
sociedad favorezcan un comportamiento violento. Como consecuencia, las políticas
que favorezcan un sistema de educación inclusivo que es accesible para todas las
partes de la población deben ser priorizados. Lo mismo aplica a la gestión de
servicios para facilitar una mejor calidad del sistema de educación y de
fortalecer fundaciones económicas para abordar el desempleo. Estas actividades
pueden ser marcadas como prioridades en políticas nacionales e internacionales
de desarrollo y su progreso puede ser medido a través de los OPEs. Lo mismo
puede ser aplicado para identificar causas de disturbios políticos y sociales, abordar
la corrupción etc.
Por el otro lado, el New Deal puede ser un
marco relevante para los nuevos donantes como Brasil, Chile, Colombia, México,
Cuba o Venezuela. Como muchos de ellos tienen proyectos en estados frágiles (p.ej. Brasil en Timor Oriental, Haití, y Guinea-Bissau), o en países con regiones frágiles (p.ej. México en El Salvador y
Guatemala) el New Deal puede
proporcionar un marco para cambiar la manera de trabajar juntos con estos
países usando los OPEs para definir prioridades y poner los países en el
liderazgo en el planeamiento de actividades de desarrollo. Los principios del
New Deal también podrían ayudar la consolidación de confianza entre ellos y sus países socios a través de
transparencia, ayuda previsible y responsabilidad mutua.
Bibliografía
Economist (2013): “Violent crime in Latin America. Alternatives to
the iron fist. How to prevent an epidemic”, 16 November 2013, online: http://www.economist.com/news/americas/21589889-how-prevent-epidemic-alternatives-iron-fist.
Laett, Jeatte (2011): Mexico as an »Emerging Donor«, Policy Brief
18, EDC 2020, http://www.edc2020.eu/fileadmin/publications/EDC2020_-_Policy_Brief_No_18_-_Mexico_as_an__Emerging_Donor_.pdf.
ODI (2012): Brazil: an emerging aid player. Lessons on emerging
donors, and South-South and trilateral cooperation, Briefing Paper 64, http://www.odi.org.uk/sites/odi.org.uk/files/odi-assets/publications-opinion-files/6295.pdf.
World Bank 2013: “Inequality in Latin America falls, but challenges
to achieve shared prosperity remain”, June 14 2013, http://www.worldbank.org/en/news/feature/2013/06/14/latin-america-inequality-shared-prosperity.
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